Dr. Mauricio Arias Odontólogo Experto en Medellín

Olvidar usar los retenedores de ortodoncia de vez en cuando puede parecer algo menor, pero si no los usas regularmente, hay varias consecuencias que podrían afectar los resultados de tu tratamiento ortodóntico. Los retenedores son fundamentales para mantener tus dientes en la nueva posición después de haber completado tu tratamiento con brackets o alineadores. A continuación, te explico qué podría suceder si no usas los retenedores con la frecuencia adecuada y algunas estrategias para recordarlo.

Consecuencias de no usar los retenedores regularmente
Desplazamiento de los dientes (rechazo dental)...

Descripción: El principal propósito de los retenedores es evitar que los dientes vuelvan a su posición original después del tratamiento ortodóntico. Si no los usas regularmente, tus dientes pueden comenzar a moverse, un proceso conocido como rechazo dental. Esto puede ocurrir más rápido de lo que piensas, especialmente en los primeros meses o años después de quitarte los brackets o alineadores.
Resultado: Si los dientes se desplazan significativamente, puede requerir que vuelvas a usar aparatos ortodónticos, como brackets o alineadores, para corregir nuevamente la alineación.
Pérdida de los resultados del tratamiento

Descripción: El tratamiento ortodóntico puede haber tardado meses o años, y no usar los retenedores adecuadamente puede comprometer esos resultados. Aunque el movimiento de los dientes puede ser gradual, con el tiempo puede volverse notorio.
Resultado: Los dientes pueden volver a sus posiciones iniciales, lo que afectará tanto la estética de tu sonrisa como la funcionalidad de tu mordida.
Ajuste incómodo o dolor al usar los retenedores nuevamente

Descripción: Si no usas los retenedores por un período prolongado y luego intentas volver a ponértelos, es posible que sientas incomodidad o incluso dolor, ya que los dientes pueden haber comenzado a moverse. Esto ocurre porque los retenedores están diseñados para mantener los dientes en una posición específica.
Resultado: Es posible que el retenedor ya no se ajuste adecuadamente si los dientes han cambiado de lugar. En algunos casos, esto puede requerir que tu ortodoncista haga ajustes en el retenedor o te proporcione uno nuevo.
Problemas con la mordida

Descripción: Si los dientes comienzan a moverse, no solo se verá afectada la estética, sino que también puede alterarse la forma en que los dientes superiores e inferiores se alinean cuando cierras la boca. Esto puede causar problemas de mordida, como sobremordida o mordida cruzada.
Resultado: Una mordida desalineada puede causar molestias al masticar, dolor en la mandíbula o desgaste desigual en los dientes.
Estrategias para recordar usar los retenedores todas las noches
Incorpora los retenedores a tu rutina nocturna

Descripción: Para facilitar el hábito de usar tus retenedores, haz que se conviertan en parte de tu rutina nocturna habitual. Si siempre te cepillas los dientes y te lavas la cara antes de acostarte, colócalos justo después de estas actividades. Tener una secuencia consistente ayuda a que el uso de los retenedores se convierta en un hábito automático.
Consejo: Guarda los retenedores en un lugar visible, cerca de donde guardas tu cepillo de dientes o artículos de cuidado personal, para que no se te olviden antes de acostarte.
Usa alarmas o recordatorios

Descripción: Si eres una persona que tiende a olvidar pequeños detalles, programar una alarma o recordatorio en tu teléfono puede ser una herramienta útil. Configura una alarma diaria para recordarte que te pongas los retenedores antes de ir a dormir.
Consejo: Establece la alarma unos minutos antes de la hora en la que normalmente te vas a la cama, para que tengas tiempo de incluirlo en tu rutina sin prisas.
Establece una recompensa

Descripción: Si estás luchando por recordar usar tus retenedores, podrías motivarte estableciendo pequeñas recompensas cuando los uses de manera consistente. Por ejemplo, recompénsate con un pequeño "premio" o actividad placentera (como ver un episodio de tu serie favorita) después de ponértelos varias noches seguidas.
Consejo: Usar un registro o una aplicación para monitorear tu consistencia puede ayudarte a ver el progreso y aumentar tu motivación.
Crea una conexión visual

Descripción: Colocar los retenedores en un lugar visible puede servir como recordatorio diario. Evita guardarlos en un lugar oculto donde puedan pasar desapercibidos. Por ejemplo, puedes dejar la funda de tus retenedores en la mesita de noche o al lado del cepillo de dientes para que siempre estén a la vista.
Consejo: Utiliza una funda de colores vivos para los retenedores, lo que también te ayudará a mantenerlos visibles y fáciles de encontrar.
Asocia los retenedores con una acción concreta

Descripción: Asocia el uso de los retenedores con otra acción que haces todas las noches, como apagar las luces o poner tu teléfono a cargar. Cada vez que realices esa acción, lo vincularás automáticamente con el uso de los retenedores.
Consejo: Es una forma sencilla de crear un hábito, ya que tu mente aprenderá a conectar ambas acciones.
Anota las razones por las que los retenedores son importantes

Descripción: Tener presente por qué es importante usar tus retenedores puede ser una fuente de motivación. Si es posible, escribe una pequeña lista de razones, como mantener tu sonrisa y evitar tener que usar ortodoncia nuevamente, y colócala en un lugar visible, como en el espejo del baño o en tu mesita de noche.
Consejo: Revisar esta lista te recordará la importancia de mantener tu esfuerzo después de todo el tiempo y dinero invertidos en tu tratamiento ortodóntico.
Haz un seguimiento del tiempo que los usas

Descripción: Llevar un registro de cuántas noches los usas puede ayudarte a mantener la consistencia. Puedes hacer esto en una aplicación de seguimiento de hábitos o en una agenda. Ver tu progreso puede motivarte a seguir usándolos de manera constante.
Consejo: Marca cada día que uses los retenedores en tu calendario o aplicación, y pon como objetivo usarlo todas las noches durante un mes completo. Esto te ayudará a mantenerte responsable de tu rutina.
¿Qué hacer si olvidas usar los retenedores durante varios días?
Si solo te has olvidado de usar los retenedores por una o dos noches, probablemente no haya ningún problema importante. Sin embargo, si los has olvidado por varios días o semanas, es posible que notes un ligero ajuste o incomodidad cuando intentes ponértelos nuevamente. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:

Prueba a ponértelos gradualmente: Si experimentas incomodidad, intenta ponértelos por períodos cortos inicialmente, y aumenta gradualmente el tiempo que los usas cada día hasta que puedas volver a usarlos toda la noche.

Consulta a tu ortodoncista: Si los retenedores ya no se ajustan correctamente o si sientes dolor significativo, consulta a tu ortodoncista para que te hagan ajustes. En casos más graves, podrías necesitar un nuevo juego de retenedores.

Sé consistente a partir de ahora: Si tu ortodoncista determina que tus dientes no se han movido significativamente, vuelve a usar los retenedores todas las noches de forma consistente para evitar que los dientes se desplacen más.

Conclusión
El uso de los retenedores es esencial para mantener los resultados del tratamiento ortodóntico y evitar que tus dientes se desplacen de nuevo. No usarlos regularmente puede llevar al desplazamiento de los dientes y la pérdida de los resultados que lograste con la ortodoncia. Afortunadamente, hay muchas estrategias simples que puedes aplicar para recordarte a ti mismo usarlos todas las noches, desde crear un hábito alrededor de tu rutina nocturna hasta utilizar alarmas y recordatorios.

Si has pasado varios días sin usar los retenedores o si sientes que no se ajustan correctamente, es importante contactar a tu ortodoncista para asegurarte de que no haya un problema significativo. La consistencia en el uso de los retenedores es clave para proteger tu sonrisa a largo plazo. Leer más

El dolor en la mandíbula al masticar puede deberse a varias causas, que van desde problemas temporales relacionados con el estrés o el hábito de rechinar los dientes, hasta condiciones médicas más serias. Aquí te explico las causas más comunes del dolor mandibular al masticar y cuándo deberías considerar buscar atención médica.

Causas comunes del dolor de mandíbula al masticar
Trastorno de la articulación temporomandibular (ATM)

Descripción: El trastorno de la articulación temporomandibular (ATM) es una de las causas más comunes de dolor en l...a mandíbula. La ATM conecta la mandíbula con el cráneo, y cualquier disfunción en esta articulación puede causar dolor al masticar, abrir y cerrar la boca, o incluso al hablar.
Síntomas comunes: Dolor al masticar, chasquidos o crujidos en la mandíbula, dificultad para abrir o cerrar completamente la boca, dolor en los oídos o cabeza, y rigidez en los músculos faciales.
Solución: El tratamiento para el trastorno de la ATM varía, pero puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, terapias físicas, uso de férulas nocturnas (para el bruxismo), manejo del estrés, y en algunos casos más avanzados, medicamentos o cirugía. Es importante consultar a un dentista o un especialista en ATM si los síntomas persisten.
Bruxismo (rechinar o apretar los dientes)

Descripción: El bruxismo es el hábito inconsciente de rechinar o apretar los dientes, a menudo mientras duermes o en momentos de estrés. Este hábito puede poner mucha presión sobre los músculos de la mandíbula y la articulación temporomandibular, causando dolor al masticar.
Síntomas comunes: Dolor en la mandíbula, especialmente al despertar; desgaste dental; chasquidos en la mandíbula; dolor de cabeza; y dolor en los músculos faciales.
Solución: Si tienes bruxismo, el uso de una férula o protector bucal durante la noche puede ayudar a proteger los dientes y aliviar la tensión en la mandíbula. También es útil aprender técnicas de relajación y manejo del estrés para evitar apretar los dientes de forma inconsciente.
Mala alineación dental o mordida irregular

Descripción: Si los dientes no están correctamente alineados o si tienes una mordida irregular (por ejemplo, sobremordida, mordida cruzada), esto puede ejercer presión desigual sobre la mandíbula al masticar, lo que provoca dolor.
Síntomas comunes: Dolor al masticar, dificultad para cerrar los dientes de manera uniforme, desgaste desigual en los dientes, y dolor en la mandíbula.
Solución: Un dentista u ortodoncista puede evaluar tu mordida y, si es necesario, recomendar un tratamiento de ortodoncia (como brackets o alineadores) para corregir la alineación de los dientes y aliviar la presión en la mandíbula.
Tensión o fatiga muscular

Descripción: Los músculos de la mandíbula pueden tensarse o fatigarse debido a la sobrecarga, como masticar alimentos duros, abrir la boca de manera excesiva, o incluso por estrés y ansiedad. Esta tensión puede provocar dolor al masticar o al mover la mandíbula.
Síntomas comunes: Dolor o rigidez en los músculos de la mandíbula, dolor al masticar alimentos duros o al abrir mucho la boca, y sensibilidad en los músculos faciales.
Solución: Descansar la mandíbula, evitar alimentos duros o difíciles de masticar, y realizar ejercicios suaves de estiramiento mandibular puede ayudar a reducir la tensión muscular.
Artritis en la articulación temporomandibular (ATM)

Descripción: La artritis, ya sea osteoartritis o artritis reumatoide, puede afectar la articulación temporomandibular y causar dolor, rigidez, e inflamación en la mandíbula al masticar.
Síntomas comunes: Dolor en la mandíbula al masticar o moverla, rigidez en la articulación, sensación de chasquidos o crepitación en la ATM, y dificultad para abrir completamente la boca.
Solución: El tratamiento para la artritis de la ATM puede incluir medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia, y en casos graves, cirugía. Un especialista en articulaciones o un reumatólogo puede ayudarte a desarrollar un plan de tratamiento.
Infecciones o abscesos dentales

Descripción: Las infecciones dentales o los abscesos en los dientes o encías pueden causar dolor intenso que puede irradiarse hacia la mandíbula, especialmente al masticar. Esto ocurre cuando una infección afecta los nervios de los dientes o las estructuras circundantes.
Síntomas comunes: Dolor agudo en un diente o encía, hinchazón en el área afectada, sensibilidad al masticar o al tocar, mal aliento, fiebre y enrojecimiento.
Solución: Las infecciones dentales requieren tratamiento inmediato. Si sospechas de una infección o absceso, consulta a un dentista para recibir antibióticos o un tratamiento adecuado, como un tratamiento de conducto o la extracción del diente afectado.
Trauma o lesión en la mandíbula

Descripción: Un golpe o lesión en la mandíbula, ya sea por un accidente, una caída o un impacto durante el deporte, puede causar dolor al masticar. Las fracturas o luxaciones de la mandíbula también pueden causar dificultad para moverla.
Síntomas comunes: Dolor al masticar, dificultad para abrir o cerrar la boca, hinchazón o moretones en la cara, y posibles chasquidos al mover la mandíbula.
Solución: Si has sufrido un trauma en la mandíbula, es importante buscar atención médica inmediata para descartar fracturas o daños graves. El tratamiento puede incluir reposo de la mandíbula, fisioterapia o cirugía, dependiendo de la gravedad de la lesión.
Problemas de los senos paranasales (sinusitis)

Descripción: En algunos casos, una infección o inflamación en los senos paranasales (sinusitis) puede causar presión y dolor que se irradia hacia la mandíbula superior. Esto ocurre debido a la proximidad de los senos paranasales con las raíces de los dientes superiores.
Síntomas comunes: Dolor o presión en los senos paranasales, dolor de cabeza, congestión nasal, y dolor en la mandíbula superior al masticar o mover la boca.
Solución: Si el dolor de mandíbula está relacionado con problemas sinusales, tratar la infección sinusal con descongestionantes o antibióticos (si es bacteriana) puede aliviar el dolor. Consulta a un médico si tienes síntomas persistentes de sinusitis.
Disfunción de la mordida debido a prótesis dentales o tratamientos ortodónticos

Descripción: Si recientemente has recibido una prótesis dental, como coronas, puentes o implantes, o si has comenzado un tratamiento de ortodoncia, esto puede afectar tu mordida y causar dolor en la mandíbula. Ajustes incorrectos pueden ejercer presión en la articulación temporomandibular o en los músculos.
Síntomas comunes: Dolor o molestia al masticar, dificultad para cerrar completamente la boca, o presión en ciertos dientes o en la mandíbula.
Solución: Si sospechas que un tratamiento dental o ortodóntico está causando el dolor, es recomendable visitar a tu dentista para ajustar la prótesis o el tratamiento y mejorar la alineación.
¿Cuándo deberías preocuparte y consultar a un médico o dentista?
Si bien el dolor de mandíbula puede ser temporal y debido a una causa menor, hay situaciones en las que deberías buscar atención médica o dental:

Dolor persistente: Si el dolor en la mandíbula dura más de unos pocos días o empeora, es recomendable consultar a un dentista o médico para identificar la causa y recibir tratamiento.

Chasquidos o bloqueos en la mandíbula: Si experimentas chasquidos frecuentes, crujidos, o sientes que tu mandíbula se bloquea o se sale de su lugar, es importante consultar a un especialista en la articulación temporomandibular (ATM).

Dolor severo o irradiado: Si el dolor en la mandíbula es muy intenso, se irradia hacia otras áreas de la cabeza o cuello, o está acompañado de síntomas como dolor de oído o dolores de cabeza severos, deberías buscar atención médica.

Dificultad para abrir o cerrar la boca: Si tienes problemas para abrir la boca completamente o cerrar la mandíbula, esto podría ser una señal de un problema en la articulación o los músculos de la mandíbula.

Fiebre o hinchazón: Si el dolor de mandíbula está acompañado de hinchazón, enrojecimiento o fiebre, podría haber una infección, como un absceso dental, que requiere tratamiento urgente.

Conclusión
El dolor en la mandíbula al masticar puede ser causado por diversas razones, desde el bruxismo y los trastornos de la articulación temporomandibular hasta infecciones dentales o sinusales. Aunque algunos casos pueden ser temporales y resolverse por sí solos, es importante estar atento a los síntomas y buscar atención médica o dental si el dolor persiste o se vuelve más severo. Un diagnóstico temprano puede ayudar a evitar complicaciones y brindarte el tratamiento adecuado para aliviar el dolor y mejorar la función de la mandíbula. Leer más

Sí, es muy probable que tu bebé esté empezando a dentir (proceso en el que salen los dientes) si está babeando más de lo normal y mordiendo todo lo que encuentra. Estos son síntomas comunes cuando los primeros dientes comienzan a emerger. El proceso de la dentición puede ser incómodo para los bebés, y estos comportamientos son una forma de aliviar la incomodidad en las encías.

Signos comunes de la dentición:
Babeo excesivo:

Es normal que los bebés babeen más de lo habitual durante la dentición. Las glándulas salivales producen más saliva en r...espuesta a la irritación de las encías, lo que lleva a este síntoma.
Mordisqueo constante:

Tu bebé puede morder objetos como juguetes, mordedores e incluso sus propias manos o dedos para aliviar la presión en las encías causada por los dientes en erupción. Mordisquear ayuda a reducir la incomodidad temporalmente.
Encías hinchadas o sensibles:

Es común que las encías se vean inflamadas o más sensibles de lo normal. Si miras dentro de la boca de tu bebé, es posible que notes que las encías están un poco rojas o inflamadas justo donde están saliendo los dientes.
Irritabilidad:

La incomodidad que sienten los bebés durante la dentición puede hacerlos más irritables o inquietos de lo normal. Pueden llorar más o tener cambios en el sueño.
Cambios en el sueño:

Durante la dentición, los bebés pueden tener dificultades para dormir o despertarse con más frecuencia debido a las molestias en las encías.
Rechazo de alimentos:

Algunos bebés pueden mostrar menos interés en comer o succionar, ya que la presión en las encías puede hacer que la alimentación sea incómoda.
Enrojecimiento en la barbilla o erupción en la cara:

El babeo constante puede irritar la piel de la barbilla y la boca, causando enrojecimiento o pequeñas erupciones en esas áreas. Mantener la piel seca y usar una crema protectora puede ayudar.
¿Cuándo salen los primeros dientes?
Los primeros dientes suelen aparecer entre los 4 y 7 meses de edad, aunque esto puede variar. En algunos bebés, la dentición puede comenzar tan temprano como a los 3 meses o tan tarde como después del primer año. Los incisivos inferiores (los dos dientes frontales inferiores) son normalmente los primeros en emerger, seguidos por los incisivos superiores.

Consejos para aliviar la incomodidad durante la dentición
Mordedores refrigerados:

Ofrecer un mordedor frío puede ser muy útil. El frío ayuda a adormecer ligeramente las encías, lo que reduce la incomodidad. Evita congelar los mordedores, ya que pueden ponerse demasiado duros y dañar las encías.
Masajear las encías:

Usar tu dedo limpio para frotar suavemente las encías de tu bebé puede ofrecerle alivio. La presión aplicada suavemente puede calmar las molestias en el área afectada.
Toallita fría:

Dale a tu bebé una toallita limpia y fría para morder. Puedes humedecerla y luego colocarla en el refrigerador para enfriarla. Esto proporciona un alivio suave y seguro.
Gel para la dentición (Consultar con el pediatra):

En algunos casos, los pediatras pueden recomendar el uso de geles para la dentición que adormecen las encías. Es importante asegurarse de que el producto sea seguro para bebés y de no abusar de estos productos, ya que algunos ingredientes pueden no ser recomendables para bebés.
Juguetes mordedores:

Asegúrate de que tu bebé tenga varios juguetes mordedores seguros que pueda llevarse a la boca para calmar la molestia en las encías. Opta por juguetes que sean fáciles de limpiar y que no contengan piezas pequeñas que puedan desprenderse.
Mantener al bebé seco:

Dado que el babeo puede causar irritación en la piel, asegúrate de limpiar suavemente la cara de tu bebé con frecuencia. También puedes usar baberos para mantener su ropa seca y aplicar una crema protectora en la piel de la barbilla y el cuello para evitar irritaciones.
¿Cuándo deberías preocuparte?
Aunque la dentición es una parte normal del desarrollo, en algunos casos, los síntomas pueden ser más pronunciados o confundir a los padres. Si tu bebé presenta alguno de los siguientes síntomas, consulta a su pediatra para descartar otros problemas de salud:

Fiebre alta: Aunque es común que los bebés tengan una fiebre leve o estén un poco más calientes cuando están dentiendo, una fiebre alta (por encima de 38°C o 100.4°F) no suele estar relacionada con la dentición y podría ser señal de otra enfermedad.

Diarrea: La dentición no debería causar diarrea. Si tu bebé tiene heces muy blandas o acuosas junto con otros síntomas, consulta a su médico.

Irritabilidad extrema: Si tu bebé está demasiado incómodo, irritable o no puede dormir durante un período prolongado, es importante que lo revisen para descartar otras posibles causas.

Síntomas respiratorios: Congestión nasal intensa, tos persistente o dificultad para respirar no son síntomas típicos de la dentición. Si tu bebé presenta estos síntomas, consulta a su pediatra.

Conclusión
Es probable que los comportamientos que mencionas, como el babeo y el mordisqueo, estén relacionados con la dentición de tu bebé, un proceso natural por el que pasan la mayoría de los niños. Aunque la dentición puede ser incómoda, hay muchas maneras de ayudar a aliviar las molestias y hacer que tu bebé se sienta más cómodo. Si tienes alguna inquietud adicional o si los síntomas parecen ser inusuales, no dudes en consultar al pediatra para asegurarte de que todo esté bien. Leer más